Por Carolina Rossi *
Si pensamos en una rutina de
ejercicios, lo más probable es que se nos vengan a la cabeza los
temidos abdominales, estrellas indiscutidas de cualquier plan de
fortalecimiento muscular. Sea en el gimnasio o al aire libre, con fines
estéticos o en la preparación física de cualquier deporte, nunca se
prescinde de ellos. Pero ¿por qué son tan importantes? No es sólo una
cuestión de imagen. Al margen del objetivo del anhelado vientre plano y
de hierro, hay un tema de salud: la importancia de fortalecer el centro
del cuerpo para cuidar la columna. Con un abdomen fuerte somos menos
propensos a sufrir dolores de espalda.
Para que no te aburras, aquí va una selección de 10
ejercicios. Alternándolos, podés hacer mucho más entretenidas tus
rutinas. Además, los mitos y errores más comunes.
EJECUCIONES INCORRECTAS
- Cabecear: La fuerza en los ejercicios abdominales debe
provenir en su totalidad del abdomen y no del cuello. Por eso, prohibite
cabecear. Un buen truco para hacerlo es obligarse a mirar hacia arriba y
nunca al frente, y pensar en que el mentón no llegue a tocar el
esternón.
- Apurarse siempre: No está mal hacer
abdominales cortitos y rápidos (aproximadamente 30 en 30 segundos), pero
tampoco hay que hacerlos siempre así. En materia de entrenamiento
muchas veces resulta más intenso lo que se hace más despacio, porque se
mantiene la contracción muscular durante más tiempo.
- Levantarse demasiado: Todavía se ve a muchos
hacer esos ejercicios para abdominales que nos daban en la secundaria
levantando el tronco hasta 90 grados. Es sabido que este tipo de
ejercicios además de no ser efectivos exigen demasiado la zona lumbar
innecesariamente. No hay que subir de más: hasta 45 grados, o incluso
con un poco menos, es suficiente.
- Hacer siempre lo mismo: La monotonía es la
enemiga número uno de la evolución. Si siempre hacemos lo mismo entramos
en una meseta y no avanzamos. Variá los ejercicios y las cantidades de
series y repeticiones periódicamente.
- Respirar mal: Es común respirar al revés de lo
indicado: tomar el aire al subir. Siempre expirá (soltá el aire) en el
esfuerzo (subiendo) y exhalá en la recuperación (bajando).
MITOS
- Creer que bajan la panza: No existe ejercicio capaz de
reducir una parte determinada del cuerpo; ejercitando una zona la
endurecemos, y dependiendo de cuál sea, de las cargas y las repeticiones
hasta la podemos hacer crecer. Para quemar grasas resulta indispensable
la actividad aeróbica suave y prolongada (a partir de 40 minutos) a
una frecuencia cardiaca moderada de entre 120 y 150 pulsaciones por
minuto (aproximadamente, según la edad y el estado físico) además de la
dieta.
- Creer que si hacemos 200 por día marcamos seguro:
Aun haciendo mil repeticiones al día; no se van a marcar si existe una
capa de tejido adiposo debajo del muscular. Para que se vean no basta
con fortalecerlos: hay que eliminar la grasa que está debajo.
- Creer que sólo son efectivos realizándolos al final de la rutina:
Es común que en muchas rutinas los abdominales se dejen para el final.
No está mal hacerlo, pero tampoco existe contraindicación de hacerlos al
principio; de hecho, al ser músculos grandes funcionan bien para
calentar el cuerpo. Además, hay que tener en cuenta que lo que queda
para lo últimos a veces se saltea por falta de tiempo.
- Creer que podemos separar los bajos de los altos:
Muchos piensan que hay ejercicios para trabajar los abdominales "altos"
y otros para los "bajos". Lo cierto es que no se pueden aislar. El
músculo principal del abdomen; el recto mayor va desde el pubis hasta
las costillas y al contraerse lo hace en su totalidad.
10 TIPOS DE ABDOMINALES
1. Flexión de tronco
Recostado con las piernas separadas y
flexionadas, manos detrás de la cabeza y codos bien abiertos. Subo
exhalando por boca, bajo inspirando por nariz. No hacer fuerza con el
cuello (no pegar la pera al pecho, mirar siempre hacia arriba).
2. Elevación de rodillas
De pie con las
piernas extendidas y separadas, elevar una rodilla al codo contrario
cruzando, alternar con una pierna y la otra. Al elevar la pierna exhalo y
al bajarla inspiro.
3. Plancha
Mantenemos el cuerpo suspendido
sobre los antebrazos y las puntas de los pies. Cuidar de no levantar la
cadera ni quebrar la cintura; hay que mantenerse bien alineado y con la
cabeza mirando hacia abajo. Sostener la posición entre 30 segundos y un
minuto.
4. Plancha lateral
De costado, apoyamos el
antebrazo con el codo flexionado para sostener todo el cuerpo. Si
podemos, elevamos y extendemos el brazo contrario por encima del hombro.
Mantener la posición 20 o 30 segundos. Repetir del otro lado.
5. Flexión de tronco en 3 tiempos
Es igual al ejercicio número 1, per o se utilizan 3 tiempos para subir y uno para bajar.
6. Flexión de tronco con elevación de piernas
Misma
flexión de tronco, manteniendo las piernas flexionadas con las rodillas
juntas, y elevadas formando un ángulo de 90 grados
7. Oblicuos
Con las rodillas flexionadas;
colocamos un pie sobre la rodilla contraria manteniendo esa pierna con
la rodilla bien hacia afuera. Un brazo está extendido y apoyado en el
suelo y el otro flexionado con la mano detrás de la nuca. Llevar el codo
de ese brazo a la rodilla contraria elevando el tronco. Bajar y
cambiar de lado.
8. Oblicuos II
Llevar el codo a la rodilla
contraria levantando el tronco mientras la otra pierna se extiende, y
cambiar de lado rotando el torso. Realizar entre 20 y 30 repeticiones.
9. Flexión de tronco con extensión de pierna
Elevar
el tronco a la vez que se extiende la pierna derecha al frente (no es
cruzando). Bajar, y repetir elevando la pierna izquierda.
10. Cortitos
Son abdominales básicos realizados a mayor velocidad. Hay que prestar mucha atención a no cabecear.
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